Esta semana, el gigante londinense de los seguros Beazley anunció el lanzamiento del primer «bono catástrofe» para seguros de ciberseguridad. Teniendo en cuenta lo desastroso que se ha vuelto el ciberataque medio, esto viene a cuento.
En el sector de los seguros, las compañías de seguros utilizan los bonos para catástrofes (CAT, por sus siglas en inglés) para cubrir sucesos especialmente dañinos. Tradicionalmente, eso significa cosas como incendios, tornados y otros actos de Dios (o, más exactamente, el cambio climático) que causan estragos financieros incalculables. En ese sentido, se puede pensar en las CAT como un colchón financiero, diseñado para ayudar a las compañías de seguros a pagar la cobertura en circunstancias particularmente costosas.
Es la primera vez que se lanza una fianza de este tipo para ayudar a cubrir incidentes cibernéticos, que normalmente no se consideran de la misma categoría que otras catástrofes.
El Financial Times informa de que la nueva fianza de 45 millones de dólares de Beazley ayudará a cubrir los gastos de la empresa en caso de que los costes de asegurar a sus clientes superen un umbral de 300 millones de dólares. En ese momento, el bono pagará a Beazley en lugar de devolver el importe principal de la inversión a un inversor al final de su ciclo de vida. El bono es básicamente una almohada financiera, diseñada para amortiguar el golpe de ciberataques excesivamente costosos (es decir, catastróficos).
A grandes rasgos, ¿por qué es importante?
Si estas fianzas se generalizaran, proporcionarían una infraestructura financiera y una seguridad adicionales al sector de los ciberseguros, permitiéndole crecer y ampliar sus áreas de cobertura y servicios. Una advertencia importante: el bono no cubrirá los ciberataques patrocinados por el Estado. FT informa:
El bono cibernético de Beazley, culminación de un proyecto de tres años, fue estructurado y colocado por el corredor Gallagher Re y adquirido por inversores como Fermat Capital Management, especialista con sede en Connecticut… El cofundador de Fermat, John Seo, pionero en el mercado de bonos catastróficos, afirmó que la operación «supone un paso importante para desbloquear la inversión del mercado de capitales en el riesgo cibernético y crea una base sólida para un futuro mercado de [valores vinculados a seguros] cibernéticos».
Si le gusta el sector de los ciberseguros, esta es una buena noticia en potencia. Los ciberataques han sido cada vez más destructivos en los últimos años, y el ransomware, en particular, ha causado enormes daños a empresas de todo el mundo. Y lo que es más problemático, el sector de los seguros ha luchado a menudo por ofrecer una protección asequible, con primas que siguen siendo demasiado caras para que muchas empresas puedan permitírselas.
Sin embargo, aunque el seguro cibernético sea algo más asequible en el futuro, no todo el mundo lo ve como una solución productiva al problema de la ciberdelincuencia. Desde el punto de vista de los críticos, los pagos a los hackers solo legitiman el modelo de negocio extorsionista que alimenta el submundo digital. Por el contrario, el FBI siempre ha animado a las víctimas de ataques de ransomware a abstenerse de pagar a los delincuentes y, en su lugar, acudir a las fuerzas de seguridad en busca de ayuda.