Dieciocho meses después de que su aplicación fuera suspendida en China, el gigante del transporte por carretera Didi reapareció el lunes. La medida se produce en un momento en el que China ha dado muestras de relajar su amplia represión regulatoria del sector de Internet en los últimos tres años.
En julio de 2021, las autoridades chinas ordenaron a las tiendas de aplicaciones del país que retiraran Didi, alegando que la plataforma «recopilaba ilegalmente datos de los usuarios». A principios de ese mismo mes, Didi salió a bolsa en Nueva York. Fue una celebración efímera para la empresa, que recaudó la friolera de 4.000 millones de dólares con la primera venta, ya que el acontecimiento se convirtió rápidamente en la raíz de su enfrentamiento con Pekín.
Didi, según múltiples informes y un memorando de inversores visto en su momento, no garantizó al Gobierno que sus prácticas de datos transfronterizos fueran seguras antes de salir a bolsa en EE.UU., donde los datos de cientos de millones de ciudadanos chinos podrían estar supuestamente sujetos a escrutinio. El paso en falso dio lugar a una investigación de seguridad de un año y medio de duración por parte del principal organismo de vigilancia del ciberespacio chino.
Parece que el periodo de arrepentimiento y rectificación de Didi ha terminado, ya que la empresa publicó en Weibo el lunes por la tarde:
«Nuestra empresa ha tomado medidas serias para cooperar con la revisión de ciberseguridad del país, hacer frente a los problemas de seguridad encontrados en la investigación y aplicar rectificaciones integrales.»
Con la aprobación de la Oficina de Revisión de la Ciberseguridad, un órgano relativamente nuevo designado para abordar los problemas de seguridad de los datos planteados por las empresas de Internet, Didi fue autorizada a reanudar el registro de nuevos usuarios para Didi Chuxing, su principal plataforma de transporte, con efecto inmediato.
Además de la renovación de los datos, Didi también ha sido condenada a pagar una multa de 1.000 millones de dólares por incumplimiento de las normas. Didi dejó de cotizar en EE.UU. en mayo del año pasado y ha estado trabajando para volver a hacerlo en la Bolsa de Hong Kong, una opción cada vez más preferida por las empresas tecnológicas chinas que están sorteando las crecientes tensiones entre EE.UU. y China.
Antes del relanzamiento del registro de usuarios, los usuarios de Didi podían seguir utilizando la aplicación si ya la tenían en sus teléfonos. Pero la aplicación se vio asediada por rivales hambrientos. AutoNavi, servicio de mapas propiedad de Alibaba, por ejemplo, ha ido ganando terreno como agregador de servicios de transporte de terceros, incluido Didi.
La era del crecimiento ilimitado en el sector de los servicios de transporte por voz también ha quedado atrás. En los últimos años, China ha reforzado la supervisión reguladora de este nuevo negocio, equiparándolo al tradicional sector estatal del taxi.
Tras la revisión de la normativa, Didi será seguramente mucho más cauta con la línea roja del Gobierno.
«De cara al futuro, la empresa aplicará métodos eficaces para garantizar la seguridad de la infraestructura y los macrodatos de la plataforma, con el fin de salvaguardar la ciberseguridad nacional», afirmó en el post de Weibo.